Incertidumbre mundial: Colapso de bancos
Presión e incertidumbre: el colapso de dos bancos en Estados Unidos
El pasado fin de semana se produjo la quiebra de dos importantes bancos en Estados Unidos: SVB Financial Group (SVB) y Signature Bank (SB). Estos bancos habían sufrido una fuerte presión por el alza de las tasas de interés de la Reserva Federal (Fed), que buscaba controlar la inflación mundial.
Los bancos suelen pedir dinero a corto plazo para prestarlo a largo plazo. Cuando las tasas a corto plazo son menores que las de largo plazo, los bancos obtienen beneficios. Pero cuando ocurre lo contrario, como ha pasado con el endurecimiento monetario de la Fed, los bancos pierden margen.
Además de perder depósitos por la falta de confianza de sus clientes, SVB tuvo que vender una cartera de 21 mil millones de dólares en valores financieros para asegurar sus reservas de efectivo. Esta operación le supuso una pérdida de mil 800 millones de dólares.
Ante esta situación crítica, las autoridades financieras decidieron intervenir los dos bancos y garantizar a sus clientes el acceso a sus depósitos. La Fed también ofreció préstamos a otras instituciones que pudieran necesitar liquidez.
El presidente Joe Biden afirmó desde la Casa Blanca que el sistema bancario es “seguro” pese a la quiebra de los dos bancos, pero anunció que impulsará una regulación más estricta para evitar futuras crisis.
¿Qué consecuencias tendrá este rescate bancario? ¿Será suficiente para restaurar la confianza en el mercado? ¿Qué medidas deberían tomar los gobiernos capitalistas para evitar el colapso financiero? Estas son algunas preguntas que nos podemos hacer ante este hecho histórico.
Algunas posibles consecuencias de que la Fed deje de subir los tipos de interés y subsidie a los ahorradores son:
- Un aumento del consumo y la inversión, ya que el crédito será más barato y accesible para las familias y las empresas.
- Una mayor presión inflacionaria, ya que la demanda superará a la oferta y los precios subirán.
- Una depreciación del dólar frente a otras monedas, ya que los inversores buscarán activos con mayor rentabilidad en otros países.
- Un beneficio para los deudores, ya que pagarán menos intereses por sus préstamos, pero un perjuicio para los ahorradores, ya que recibirán menos intereses por sus depósitos.
- Un riesgo de burbujas financieras o inmobiliarias, ya que el dinero barato puede incentivar la especulación y el endeudamiento excesivo.
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